Beneficios de realizar actividades al aire libre

Para los niños, jugar con mayor libertad en el exterior es beneficioso para desarrollar su aprendizaje y sus habilidades sociales y emocionales, lo que les ayudará en el futuro.

Hoy en día, y sobre todo en las ciudades, la mayoría de las actividades que realizan los niños se sitúan en lugares cerrados. Ver la televisión, jugar con videojuegos o estudiar ocupan la mayor parte de su tiempo y privan a los niños de llevar una vida más activa, que pasa por estar en contacto con el exterior y con la naturaleza, de preferencia, acompañados y guiados por sus padres.

Las actividades al aire libre no sólo desarrollan mejores capacidades físicas, gracias a la práctica de deporte, sino que también implican la mejora de otras habilidades beneficiosas para los más pequeños. Ya de por sí, el ejercicio físico ayuda a que los niños ganen confianza en sí mismos, porque desarrollan sus capacidades y vencen sus miedos. Además, jugar en el exterior ayuda a los más pequeños a mejorar sus habilidades sociales, ya que están en contacto con otros niños y deben aprender a relacionarse, a compartir, a negociar, y a interactuar con los demás sintiendo. En este sentido, jugar con otros niños también implica la necesidad de desarrollar las habilidades de liderazgo y cooperación, entre ellas aprender a dirigir pero también a ceder, algo que será muy valioso para el futuro.

Tener actividades al aire libre estimula la imaginación y la creatividad de los niños, ya que es un escenario idóneo para inventar juegos e imaginar situaciones. Las oportunidades de aprendizaje son numerosas en los espacios abiertos, donde los niños tienen la posibilidad y total libertad de observar, explorar y experimentar por sí mismos.

¿Cómo sacar más provecho de sus experiencias al aire libre?

• Siempre que jueguen en el exterior, es recomendable que lleven sus juguetes musicales y otros similares que estimulen sus sentidos y habilidades.
• A partir de los dos años, los niños comienzan a ser independientes a la hora de jugar. A esta edad, es aconsejable que, cuando estén en contacto con otros niños, tengan juguetes similares para evitar peleas.
• Entre los 4 y los 6 años, los niños sienten gran interés por su entorno, les gusta observar e imaginar. Construyan historias, inventen juegos con la naturaleza a su alrededor.
• A partir de los 6 años, las opciones de juego son más variadas y pueden sacar mejor ventaja de nutrir su mente con actividades culturales, donde aprendan de los lugares a donde van.

Salir a cualquier lugar con los niños y brindarles estos espacios es muy benéfico. Pensando en transmitir este mensaje, es que en Jejé Kids encontrarás nuestra canción La playa. El sólo hecho de cambiar de ambiente será un magnífico aliciente para aprovechar nuevos espacios para aprender. Cuando tus posibilidades te lo permitan, aprovecha la oportunidad y no la dejes pasar, para tus pequeños será de enorme beneficio en su desarrollo.

Psic. Adriana Mendoza