Guía a tu hijo para que entienda sus sentimientos más complejos

Tu acompañamiento es vital para el aprendizaje de sus emociones

Entre los 4 y los 5 años, los niños atraviesan por uno de los momentos más importantes a nivel emocional, que va a la par de su desarrollo físico y cognitivo. Cada día tienen la oportunidad de conocer un poco más del entorno que habitan.

El desenvolvimiento que tenga un niño de esta edad en su casa o en la escuela, le traerá muchos cambios a nivel personal y social. Por ello expresará emociones más complejas como la vergüenza, el orgullo, la envidia y la culpa.

Por ejemplo, vergüenza cuando hable frente a un grupo; envidia, cuando un compañero obtenga una mejor calificación que él; orgullo, al ganar una competencia; pero esa alta valoración de sí mismo puede convertirse en soberbia, arrogancia yo superioridad.

La culpa es de las emociones más complejas que también llegará a sentir. Su origen está en la relación con sus padres, si sufrió rechazo, maltratos o falta de atención a sus necesidades. Sentirse culpable también lo puede hacer sentir avergonzado o deprimido.

Si te das cuenta, una emoción compleja no atendida adecuadamente puede desencadenar otras emociones más negativas.

Sin embargo, aunque a esta edad un niño ya tiene una alta capacidad de razonamiento, no sabrá reconocer esa emoción que por primera vez está sintiendo, por lo tanto no podrá darle un nombre, ni tampoco sabrá cómo manejarla.

En Jejé Kids recomendamos a los padres prestar atención a su hijo cuando exprese nuevas emociones, para así poder ayudarlo a identificarlas y saber qué hacer con ellas.

Tu orientación en el reconocimiento de sus sentimientos, hará la diferencia. Si guías a tu hijo y le muestras que es necesario vivir todas nuestras emociones para obtener grandes aprendizajes, es más probable que sepa procesar eso que siente.

Esto traerá resultados positivos, ya que al trabajar juntos sus emociones, desarrollará mayor facilidad para ser respetuoso, obediente y comprensivo, porque poco a poco irá adquiriendo más confianza en sí mismo* y en los demás.

¿Cómo puedes ayudarlo? Tu acompañamiento emocional es imprescindible.

Entiende sus cambios emocionales. Debemos recordar que en esta etapa sus emociones son variables. Se ríe y llora sin una razón aparente y eso provoca que de pronto vuelva a las rabietas de los 2 años*, al querer imponer sus deseos desafiando a sus padres.
Trabaja la paciencia. Es una edad en la que debemos tener muchísima paciencia, tacto y control de la situación. No olvidemos que estamos tratando con un niño pequeño, que apenas está desarrollando su capacidad de comprensión, y los adultos debemos enseñarle y corregirlo, poco a poco.
Responde a sus “porqués”. Un niño buscará respuestas y conviene hablarle siempre con la verdad. Al responderle sus “porqués”, le enseñamos a pensar y le estamos ayudando a formar las bases de su visión del mundo.
Acompaña su aprendizaje. Aun cuando un niño puede obedecer las reglas, apenas empieza a distinguir lo correcto de lo incorrecto. Pero como el desarrollo del pensamiento está ligado al del lenguaje, a medida que le enseñes y conozca más palabras, aumentará su entendimiento y consciencia sí mismo y del mundo.

Guía sus pasos y aprenderá a reconocer esas emociones que al principio le parecían tan extrañas y canalizará esa energía para desarrollar habilidades satisfactorias que le den mayor independencia y autonomía*.

Vivirá situaciones que lo harán sentirse feliz y habrá otras donde se sienta triste o enojado, pero sabrá qué hacer en cada caso. Todo lo que viva será necesario para su sano desarrollo.

Hay que recordar que cada niño avanza a su propio ritmo y los resultados no son inmediatos. ¿Quieres saber más? ¡En Jejé Kids te invitamos a explorar nuestro contenido!

Xóchitl González, especialista Jejé Kids, en
colaboración con Karla Jiménez y Maribel Solano