La socialización ¡una gran fuente de aprendizaje!
La convivencia de tu hijo con los demás es algo natural y necesario
Los primeros años de vida de un niño, sobre todo de los 3 a los 4 años, es el período más intenso de aprendizaje; en ninguna otra etapa aprende de tantas áreas diferentes ni con tanta velocidad. Es cuando los seres humanos tenemos mayor predisposición y aptitudes para el aprendizaje.
Gran parte de dicho aprendizaje empieza con la socialización, que permite la relación con las personas que nos rodean e implica procesos de adaptación social.
Somos seres sociales cuyo bienestar físico y emocional está ligado a la convivencia y pertenencia a un grupo. De esta interacción grupal, es de la que aprendemos y de la que nos nutrimos y formamos.
Continuamente somos parte de diferentes grupos: la familia, la escuela, los amigos, los vecinos, el equipo de futbol, la clase de pintura, etcétera. En cada uno de ellos existen diferentes normas, rituales, formas de relación y comunicación de mensajes.
Incluso nuestra identidad se va formando con base en estos grupos, porque adoptamos diferentes roles: soy la hija en mi familia de origen, pero al mismo tiempo soy la madre en mi nueva familia, ahí también soy la esposa y la cuñada; soy el hijo menor y soy el hermano pequeño, pero también soy el sobrino y el delantero del equipo de futbol.
Cada rol de vida nos hace desarrollar nuevas habilidades al ponernos frente a retos, tareas y actividades distintas en escenarios diferentes y con diferentes personas.
La socialización implica la convivencia con los demás, respetar sus ideas y adoptar las reglas. En ella cubrimos nuestras necesidades materiales, como la comida y la vivienda; y las afectivas, como el aprecio, la aceptación, la ayuda y el apoyo.
En Jejé Kids creemos que si empezamos a enseñarle a los niños a socializar, podrán desarrollar habilidades como: resolver conflictos, manejar temores, comunicar ideas, generar empatía, etcétera.
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Xóchitl González, especialista Jejé Kids
con la colaboración de Claudia Arlen Moreno y Maribel Solano
“Si enseñamos a los niños a socializar, podrán resolver conflictos, manejar temores, comunicar ideas y generar empatía.”