Cómo vive la música un niño
La música se aprovecha de diferente manera en cada etapa de su infancia
La música es una gran fuente de estimulación y generación de experiencias sensoriales en todos los momentos de nuestra vida; para los niños es, además una gran fuente de aprendizaje en todas las áreas de su desarrollo; les aporta una visión de la realidad y les permite conocerla.
Es importante integrarla como medio de aprendizaje, disfrute y expresión sin olvidar combinarla con experiencias lúdicas ya que el juego es otra de las grandes fuentes de vivencias significativas para todo niño ¡aprenden jugando y musicalizando!
Pero, en cada una de sus etapas hay distintas cosas que podemos aprovechar con mayor eficacia.
En sus primeros tres años:
Asimilan los primeros elementos que conforma la música; el sonido, el silencio, las pausas, las armonías, intensidad; vivencian el contraste entre los sonidos largos y cortos; coordinan sus movimientos de manera intencional y con atención; empiezan a comprender la relación espaciotemporal. A nivel social, les permite relacionarse con su entorno y es un vínculo para integrarse a los grupos, por lo que se convierte en herramienta de socialización. Comienzan a expresar sus sentimientos y primeras emociones; recrean escenas, historias y representan personajes.
¡Es una etapa totalmente sensorial y lúdica! Así que es la etapa perfecta para que sencillamente combinen sonidos, bailen y disfruten la música juntos.
A los tres años:
Son capaces de tener mayor movimiento y dominio sobre su cuerpo; logran seguir los ritmos más complejos e incluso reproducir pequeñas canciones sencillas.
Así que ahora ya puedes pedirle que imite sonidos, crea pequeñas coreografías sencillas y que él las imite de ti.
A los cuatro años:
Tienen un mayor control tanto vocal y motriz. Ya son conscientes de cómo usar su cuerpo para transmitir sentimientos y emociones porque, además, comienzan a entender el sentido de las letras que cantan. También son capaces de inventar nuevas canciones.
Puedes invitarlos a que inventen su canción personal, o que creen sus propias coreografías y canciones de momentos especiales.
A los cinco años:
Ya comienzan a dominar la habilidad de sincronizar sus movimientos con el ritmo de la música; así como de mezclar ritmos conocidos con otros nuevos y la habilidad de hacer sus propias creaciones se enriquece de manera más creativa.
Anímalo a crear sus canciones junto con nuevos pasos de baile.
En estas etapas la identificación con personas o personajes significativos puede ayudar de manera muy importante, así que creamos el ‘Universo Mágico de Jejé Kids’ pensando en que los niños puedan tener elementos de juego, musicales y además verse reflejados en el mundo, los espacios y los personajes de cada una de sus etapas. ¡Te invitamos a que explores todo nuestro contenido!
Psic. Adriana Mendoza