VISiÓN JEJÉ KIDS
El enojo a muchos de nosotros nos causa mucho conflicto, porque tenemos una imagen de esta emoción no muy positiva: frunciendo el ceño, gritando o diciendo palabras que no son correctas o hasta hablando de forma groser@.
Por esta imagen construidos. Hemos evitado que nosotros y otros sientan enojo; y además ya tenemos muy arraiga la famosa frase “NO te enojes”. Y como lo hemos comentado, en todas las emociones, es momento de quitar el “NO”, y ser más activos ante está emoción. El ser activos, significa aprender de ella y vivirla de forma emocionalmente sana.
Sentir enojo, nos habla de que estamos vivos, que nuestro ser, se encuentra en disgusto con algo.
Es como un semáforo rojo que nos alerta sobre situaciones frustrantes, dañinas, injustas, amenazantes o que afectan nuestros límites de seguridad y nos impulsa a actuar para resolverlas. El punto es como aterrizamos está alerta.
¿CÓMO PUEDO AYUDAR A MI HIJ@ A EXPRESAR EL ENOJO?
Conociendo qué y por qué te hace a ti enojar. Lo más importante es que primero tú identifiques cómo estás abordando el enojo y, sobre todo, cuáles enojos son repetitivos en tu vida. Si los identificas, los conoces y resuelves. Estamos seguros, un día eso dejará de ser un enojo.
2. Identificando qué es lo que más le hace enojar a tu hij@ y platicar antes con él/ella sobre la situación. Aquí podemos usar la técnica de “Escucha Activa”. Decir: Noto que, me he dado cuenta de que o percibo que.
3. Poner el ejemplo. La forma en el que tus hij@s aborden un momento de enojo será en la forma en que a ti y a su papá verán hacerlo. El estar enojado, no tiene por qué llevar gritos y ofensas, hay que respetar, parar, sentarse, alejarse de la situación.; para comprender realmente que está pasando y qué se está sintiendo.
Intentar resolver algo enojado, es como querer no resolverlo.
EXPRESAR SANAMENTE
Al ser una de las emociones con más fuerza física en su manifestación, si no la sabemos usar correctamente, puede provocar mucho daño; así que recuerda:
1. Habla con tu hijo acerca de las cosas que le molestan o no le gustan, en un momento en que estén tranquilos, para que identifiquen las causas de la ira. Recuerda que, en el momento más intenso, la mente se pone en pausa, así que háganlo como una práctica constante.
2. Cuando aparezca el enojo, permitan que haya espacio y distancia. No es necesario enfrentar en el momento.
3. Reconózcanlo, no lo nieguen ni lo repriman, no se avergüencen ni sientan culpa por ello.
4. Respirar, correr, pintar, escuchar música, cantar o platicar. Realizar alguna actividad que distraiga tu mente de lo que provocó tu ira.
5. Trabajen la empatía. Imaginen cómo se sienten los demás involucrados para encontrar la mejor solución.
Como otras emociones, está acompañada de cambios fisiológicos y biológicos. Cuando nos enojamos, nuestro ritmo cardíaco y presión arterial aumentan, al igual que los niveles de las hormonas adrenalina y noradrenalina; por lo que sentimos la necesidad de actuar de manera enérgica.
Nuestras expresiones faciales se sienten tensas así como la mayor parte de los músculos de nuestro cuerpo, porque estamos preparados activarnos, ponernos en movimiento y defendernos de aquello que nos provocó el enojo.
Es una emoción que genera una sensación de malestar general en el cuerpo con una gran carga de energía que necesita ser descargada.
El enojo nos impulsa a actuar ante situaciones que requieren de nuestra respuesta, defensa y protección. Aparece cuando necesitamos actuar porque aquello que nos genera malestar, puede ser susceptible de ser modificado o eliminado.
Nos ayuda a sobreponernos en situaciones de indefensión. Así que es una gran emoción que tiene una función importante de reacción y defensa.
El enojo, puede aparecer como consecuencia de algo que acaba de ocurrir o como respuesta acumulada ante diferentes eventos. En todo caso, nos avisa cuando es momento de actuar.
Para ayudarle a tus hijos a expresar el enojo de manera sana, recuerda:
- Acompañarlo con amor. Muéstrate comprensiva y cercana, que sepa que puede expresar su enojo y no lo vas a rechazar o a dejar de querer por ello.
- Mejor afuera que adentro. Es importante animarlo a que exprese su enojo, que no lo guarde ni lo reprima.
- Transmitir límites. Hazle saber que puede expresar su enojo, siempre y cuando no dañe a otras personas ni a sí mismo al hacerlo.
- Guía adecuada. Ayúdalo a que entienda lo que ocurre, a que identifique lo que lo hizo enojar. Muchas veces existe confusión y no saben lo que está pasando. Ayúdalo a aclarar sus pensamientos y sensaciones.