Bases fuertes en su niñez, plenitud en su adultez

¿Qué pasa cuando un niño no tiene un desarrollo emocionalmente sano?

Si alguien no tiene un desarrollo emocionalmente sano, con el tiempo empezarán a surgir problemas de autoestima, de comunicación, de conducta y de conciencia.

Una persona que no logra sanear sus emociones, lamentablemente estará más propensa a vivir en conflicto consigo misma, con los demás y con su entorno. Te damos algunos ejemplos sobre las implicaciones negativas que presenta un pequeño que crece sin un desarrollo emocionalmente sano:

No fortalece su autoestima. La autoestima es el amor propio, pero si un niño no se acepta, no se quiere como es y no se conoce, lo más probable es que tienda a relacionarse con gente tóxica y le será más difícil crear relaciones sanas y en equilibrio.

No desarrolla empatía. Si un niño no aprende a ponerse en los zapatos del otro y ser sensible ante lo que le sucede a los demás, difícilmente podrá tener relaciones justas y balanceadas en su vida. Más aún, si alguien no es empático puede dañar a otros y hacerles lo que no desea que le hagan.

Le resulta difícil cooperar. Si un niño no es capaz de entender al otro, no sabrá la importancia de cooperar, lo que implica acomodar sus propios intereses y necesidades a las de su entorno, de una manera justa y sana.

Comunicación poco asertiva. Un niño sin capacidad para expresar lo que piensa y siente, tendrá conflictos en cualquier relación. Además, será difícil que desarrolle vínculos estrechos con los demás.

¿Acaso no son alarmantes las consecuencias? Pero tranquila, en Jejé Kids creemos que si le regalas a tu hijo las bases para un desarrollo emocionalmente sano, entonces sabrá qué hacer en las situaciones de la vida. Esto no lo verás reflejado ahora que es pequeño, pero es un hecho que tendrá un impacto positivo en su vida adulta.

Xóchitl González, especialista Jejjé Kids, y
Maribel Solano, colaboradora